TEMÁTICAS SOBRESALIENTES QUE PERTENECEN A LA  INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.

La investigación educativa es un proceso sistemático e intencional que consiste en recoger información fiable y válida para su mismo análisis e interpretación, con el fin de ampliar el conocimiento sobre los fenómenos educativos, buscar una explicación y comprensión de los mismos, así como solucionar los problemas planteados en el ámbito de la educación y buscar un cambio en nuestra realidad. Carlos Borsotti (1989). Se complementa como una reflexión diagnóstica para la práctica educativa. Eliot (1978), Albert (2007).
Dentro de este tipo de investigación, existen gran cantidad de áreas o temáticas que han sido estudiadas con el fin de lograr un cambio y contribuir a la mejora continua del aprendizaje de los alumnos, cabe destacar que estas investigaciones no solo se realizan en el sistema educativo mexicano, si no, que son áreas estudiadas dentro de los sistemas educativos de varios países, entre ellos, Estados Unidos y Europa.
A continuación se describen algunas de las áreas más sobresalientes de la investigación educativa:

ÁREA
DESCRIPCIÓN
Educación Ambiental
Para Novo (1998), 1968 es la fecha de inicio de la EA; tanto las naciones como los organismos internacionales expresan un sentimiento colectivo de la necesidad de precisar una educación relativa al medio ambiente, lo cual da lugar a las iniciativas de la UNESCO por auspiciar diversas reuniones con este fin.
Educación Inclusiva
 Es aquella que reconoce el derecho que tienen los niños, las niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, a una educación de calidad, que considere y respete nuestras diferentes capacidades y necesidades educativas, costumbres, etnia, idioma, discapacidad, edad, etc.
Rendimiento escolar o académico
Una de las dimensiones más importantes en el proceso de enseñanza aprendizaje lo constituye el rendimiento académico del alumno. Cuando se trata de evaluar el rendimiento académico y cómo mejorarlo, se analizan en mayor o menor grado los factores que pueden influir en él, generalmente se consideran, entre otros, factores socioeconómicos, la amplitud de los programas de estudio, las metodologías de enseñanza utilizadas, la dificultad de emplear una enseñanza personalizada, los conceptos previos que tienen los alumnos, así como el nivel de pensamiento formal de los mismos (Benítez, Giménez y Osicka, 2000).
Para su evaluación es necesario considerar no solamente el desempeño individual del estudiante sino la manera como es influido por el grupo de pares, el aula o el propio contexto educativo. En este sentido Cominetti y Ruiz (1997) en su estudio denominado “Algunos factores del rendimiento: las expectativas y el género” refieren que se necesita conocer qué variables inciden o explican el nivel de distribución de los aprendizajes, los resultados de su investigación plantean que: “las expectativas de familia, docentes y los mismos alumnos con relación a los logros en el aprendizaje recubren especial interés porque pone al descubierto el efecto de un conjunto de prejuicios, actitudes y conductas que pueden resultar beneficiosos o desventajosos en la tarea escolar y sus resultados”, asimismo que: “el rendimiento de los alumnos es mejor, cuando los maestros manifiestan que el nivel de desempeño y de comportamientos escolares del grupo es adecuado ”.

Trabajo colaborativo
El trabajo colaborativo en la escuela primaria es un objetivo a desarrollar y fortalecer en los grupos de docentes de educación primaria. Este intento de generar colaboración abre las posibilidades de desvanecer el aislamiento profesional generado por la propia organización escolar o por las situaciones personales expresados en sus actitudes, creencias y expectativas. El trabajo colaborativo en la escuela primaria constituye un proceso de aprendizaje interactivo que conjuga esfuerzos e invita a participar y trabajar en equipo. La cultura colaborativa encierra muchas virtudes, pues al ser considerada una modalidad particular dentro de la institución escolar, se le atribuye la negociación, la concertación y una gestión profesional. No se le puede reducir a un simple trabajo en equipo. El trabajo del grupo trasciende a saber trabajar y construir juntos en proyectos por medio de un proceso de diálogo e intercambio de experiencias, conocimientos. Litte (1981) señala que para que se cumpla la colaboración se deben tener condiciones: que los docentes hablen sobre la práctica docente; se observen unos a otros cuando enseñan; planifiquen, diseñen, investiguen, evalúen y preparen juntos materiales curriculares; y que todos puedan aprender unos de los otros.
Integración de las TIC (tecnologías de la información y comunicación).
La gestión de las TIC en las escuelas, se incluye como recurso de aprendizaje, estrategia de enseñanza, contenido curricular, y en términos más proactivos, como agentes de cambio en las culturas institucionales y en los sujetos. La tendencia actual es pensar en las TIC no sólo como objeto de conocimiento sino especialmente como un recurso para la enseñanza y el aprendizaje. Poole (1999) describe cómo los sistemas informáticos pueden ayudar a que los estudiantes accedan al conocimiento, pero también cómo éstos pueden apoyar la tarea docente. Es en este marco que las TIC empiezan a ser consideradas como herramientas o recursos para la enseñanza y el aprendizaje.
Los países que han tenido estrategias agresivas e integrales han establecido la inclusión de las TIC como prioridad nacional, es decir que las consideran más allá de todo valor instrumental, dándoles un lugar en la nueva ciudadanía. Esto tiene como lógica consecuencia que la gestión, el apoyo y la regulación no están centrados en un sector del Estado sino que se transforman en una tarea conjunta de todos los ministerios. 
Estos países consideran las TIC como una prioridad nacional. Si bien desde la década de los 90 este tipo de objetivo ha sido enunciado por los gobiernos, es recién a partir del 2000 que países como Brasil, México, Francia, Alemania, desarrollan programas específicos de alfabetización digital que incentivan el uso de las TIC en toda la ciudadanía. Están dirigidos a facilitar el equipamiento y la conectividad a nivel de los individuos.
A mediados del decenio de los noventa, cuando se entra en el siguiente momento, el término informática educativa se transforma en política TIC. Ésta es la etapa en la que predominantemente Internet llega a la escuela. En diversos países se crean organismos con la finalidad de impactar directamente a nivel institucional en el proceso de cambio e innovación pedagógica a partir de la incorporación de estas herramientas. Los casos de Alemania, Francia, México, Chile, entre otros muchos refuerzan esta afirmación.


Las áreas mencionadas en la tabla son algunas de las más importantes de la investigación educativa, en este caso me enfocaré al área de trabajo colaborativo, ya que esta es una herramienta que aumenta la seguridad de la misma persona, incentiva el desarrollo de pensamiento crítico, fortalece el sentimiento de solidaridad y respeto mutuo, a la vez que disminuye los sentimientos de aislamiento. Johnson y Johnson (1999).
Me parece una temática que presenta varios aspectos a abordar, además de que en mi última experiencia de observación y práctica profesional, pude percatarme de que el trabajo colaborativo es una estrategia que a los alumnos les cuesta mucho llevar a cabo, en la que aún se presenta una gran serie de conflictos y en la que no se muestra una integración completa y adecuada.
Johnson y Johnson (1999) en un análisis de 375 estudios experimentales que comparaban el trabajo colaborativo con el trabajo individual en el ámbito escolar señalan el impacto positivo del primero en tres grandes áreas: esfuerzo al logro, relaciones interpersonales positivas y salud mental. En un estudio realizado por Denigri M, Opazo C y Martinez G (2007) sobre 181 estudiantes chilenos de primer año de Educación secundaria Técnico profesional, pertenecientes a dos liceos ubicados en la novena región de la Araucanía, los autores concluyen que el trabajo colaborativo además de todas los beneficios a nivel de habilidades cognitivas y sociales, aumenta el auto-concepto de los alumnos. Además, facilita la incorporación de los contenidos transversales en el trabajo del aula. Son muchos los autores (Hinde and Kovac (2001), Tien et al (2002) Nurrenber and Robinson (1997), todos citados por Felder R, y Brent R, (2007)), que han hecho investigaciones sobre los beneficios del trabajo colaborativo en áreas como ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas que abalan las bondades que esta estrategia metodológica proporciona a estas áreas. Entre éstas se cuentan el desarrollo de las habilidades para resolver problemas, un mejor entendimiento conceptual, así como el desarrollo del pensamiento crítico y de habilidades para trabajar en equipo. Noll (1997), citado por Beck M, y Malley M (2003), preocupado de que los estudiantes con problemas de aprendizaje presentaban dificultades en el desarrollo de habilidades sociales, desarrolló un programa mentor entre niños de noveno grado y niños de séptimo grado, estos últimos con problemas de aprendizaje. La idea era que los estudiantes más grandes trabajaran de manera colaborativa con los alumnos de séptimo. Los resultados sugirieron que los niños menores habían aumentado su sentido de inclusión y habían mejorado su conducta, y que los niños mayores habían aumentado su autoestima y sus habilidades para resolver conflictos.

 Uno de los principales retos de la educación actual es que los estudiantes aprendan a aprender. Considerando lo estudiado, se puede sostener que el trabajo colaborativo es clave para lograr dicho propósito. El trabajo colaborativo constituye ciertamente un enfoque y una metodología que supone todo un desafío a la creatividad y a la innovación en la práctica docente. Es una estrategia compleja que requiere mayores esfuerzos para su implementación en el aula, pero, que a la luz de los beneficios, vale la pena el esfuerzo.

Referencias: 
Guédez, V. (2005). La diversidad y la inclusión: Implicaciones para la Cultura y la Educación. Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, 6 (1), 107-132.

Tole, J. (2013). Los TIC de Estados Unidos con países latinoamericanos: un modelo de integración económica “superficial” para el continente americano. Revista Derecho del Estado, (30), 251-300.

1.1 mapa conceptual sobre Trabajo Colaborativo


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